Damage Gets Done (feat. Brandi Carlile)

Nostalgia y Reflexión en 'Damage Gets Done'

La canción 'Damage Gets Done' de Hozier, con la colaboración de Brandi Carlile, es una reflexión melancólica sobre la juventud, el amor y el paso del tiempo. La letra evoca recuerdos de un tiempo más simple y despreocupado, cuando las posesiones materiales eran escasas pero el amor y la compañía eran suficientes para sentirse rico. La mención de 'dos outfits' y el compartir la ropa simboliza la intimidad y la sencillez de la relación.

El coro de la canción sugiere que, a pesar de la libertad y la imprudencia de la juventud ('being reckless and young'), esos no son los momentos que causan el daño más duradero en nuestras vidas. Esto podría interpretarse como una reflexión sobre cómo las experiencias y decisiones de la juventud, aunque a menudo temerarias, no son necesariamente las que dejan las cicatrices más profundas. En cambio, el daño puede venir de la pérdida de esa inocencia y la incapacidad de recuperar la sensación de plenitud y posibilidad que una vez se tuvo.

La canción también toca temas de pérdida y cambio. La imagen del 'primer coche' que era como 'alas en un ángel' y la idea de que 'el mundo entero se volvió demasiado delgado' sugieren una pérdida de inocencia y un mundo que se ha vuelto más complicado y menos acogedor. La nostalgia por un tiempo pasado se mezcla con la aceptación de que el mundo y las personas cambian, y que el 'daño' a menudo es el resultado de crecer y enfrentarse a la realidad de la vida.