Adivina, Adivinanza

La sátira política en 'Adivina, Adivinanza' de Joaquín Sabina

La canción 'Adivina, Adivinanza' de Joaquín Sabina es una obra cargada de ironía y crítica social, donde el cantautor español utiliza la muerte de un personaje no especificado para hacer una sátira de la historia y la política de España. La letra menciona una serie de figuras históricas y culturales, desde Napoleón hasta personajes más contemporáneos como Tejero y Milans del Bosch, conocidos por su participación en el intento de golpe de Estado en España en 1981. La presencia de estos personajes en el entierro simboliza una reunión de lo más controvertido y oscuro de la historia, sugiriendo que el fallecido representa ideales o prácticas reprobables.

El uso de la exageración y el humor negro es evidente en la descripción de los asistentes al funeral, que incluye desde santos hasta dictadores, y hasta elementos surrealistas como 'una teta disecada de Agustina de Aragón'. Sabina juega con la idea de que la muerte de este personaje es celebrada por aquellos que han sufrido bajo regímenes opresivos o han sido marginados por la historia oficial. La canción culmina con una celebración en el infierno, donde 'muertos de asco y fusilados bailaban de sol a sol', lo que podría interpretarse como una liberación simbólica de aquellos que fueron oprimidos.

La obra de Sabina es conocida por su habilidad para entrelazar la crítica social con la lírica poética, y 'Adivina, Adivinanza' es un claro ejemplo de su estilo. A través de la canción, Sabina no solo ofrece una reflexión sobre la historia de España, sino que también invita a la reflexión sobre la memoria colectiva y la forma en que se honra o se denigra a ciertas figuras y eventos del pasado.