Nadie Me Dijo

La Fe y la Paciencia en 'Nadie Me Dijo' de Lilly Goodman

La canción 'Nadie Me Dijo' de Lilly Goodman es una expresión lírica de la fe y la paciencia en el contexto de las promesas espirituales y la espera de su cumplimiento. La letra refleja la experiencia de alguien que ha recibido una promesa que cree divina y se enfrenta a la dura realidad de que su materialización no es inmediata, sino que requiere un proceso de espera y crecimiento personal.

La narradora de la canción comienza describiendo cómo la promesa inicial le hizo creer que todo sería fácil y dulce, pero nadie le advirtió sobre la larga espera que implicaría. A medida que avanza la canción, se revela la lucha interna y el cansancio que surge de seguir adelante en el camino sin ver aún la promesa cumplida. Sin embargo, hay un punto de inflexión en el que la narradora renueva su fe y comprende la importancia del viaje, reconociendo que el tiempo de espera ha sido necesario para su crecimiento personal y espiritual.

Finalmente, la canción culmina con una afirmación de fortaleza y confianza. La narradora encuentra nuevas fuerzas y avanza con la certeza de que no está sola y que la promesa se cumplirá. La presencia divina se siente como una fuente de paz y fidelidad, disipando las dudas y el temor. 'Nadie Me Dijo' es un himno de esperanza y confianza en la fidelidad de lo divino, y un recordatorio de que las promesas requieren tiempo y fe para ser vistas en su plenitud.