Nadie es perfecto

La Imperfección Humana en 'Nadie es perfecto'

La canción 'Nadie es perfecto' de Patricio Rey y Sus Redonditos de Ricota, banda icónica del rock argentino, se sumerge en la crítica social y la ironía para retratar la caída de un personaje que simboliza la ambición y la búsqueda de la perfección. El protagonista, apodado 'Superboca', es descrito como un experto del 're-mundo actual', lo que sugiere una parodia de alguien que se cree superior y está al tanto de las tendencias modernas. Su deseo de ir a Nueva York y participar en las 'series' refleja una aspiración al éxito y al reconocimiento internacional.

Sin embargo, la repetición del sonido '¡crack!' alude a un fracaso estrepitoso, una fractura literal y figurativa que pone fin a sus ambiciones. Este 'crack' puede interpretarse como el momento en que la realidad golpea y desmorona las ilusiones de grandeza. La referencia a un 'cañito de metal de acero al cromo níquel' podría simbolizar una prótesis, indicando que el personaje ha sufrido un daño físico que lo marca permanentemente, quizás como consecuencia de su imprudencia o arrogancia.

Finalmente, la transformación del personaje en alguien que 'arropa como un bolchevique' sugiere un cambio radical en su ideología o en su forma de vida, posiblemente como resultado de su caída. El 'viejo limón' que le 'banca la parada' podría ser una persona que lo apoya o una representación de la amargura que queda después del fracaso. La canción, con su tono sarcástico y su enfoque en la imperfección humana, nos recuerda que nadie está exento de fallar y que la búsqueda de la perfección puede llevar a la ruina.